viernes, 27 de agosto de 2010

Retomando la senda

Pues tres días después del segundo rotundo fracaso de nuestro equipo -así lo manifestó nuestro presidente si no se cumplía el objetivo prioritario de entrar en la fase de grupos de Champions- y ya medio repuesto de un virus gástrico que me ha tenido convaleciente, quiero expresar mis sentimientos sobre lo que lleva pasando en el club desde esa fatídica noche del martes.

Si llego a escribir este post justo cuando llegué del partido ante el SC Braga, seguramente iría por una línea muy distinta de la que llevará éste, ya que el cabreo era considerable.

Vamos por partes.

De-sas-tre absoluto, en lo deportivo y en lo económico, el no pasar la previa de Champions. Pero, además, con matices que no hacen si no acrecentar lo bochornoso de la eliminación.

Y esos matices son: que nos quedamos sin el 20% de nuestro presupuesto, que nos enfrentábamos a la "perita en dulce" del sorteo, que era un equipo de 8 millones de presupuesto, que no ganamos ninguno de los dos partidos, que fuimos goleados en casa (¿o no lo es recibir 4 goles en casa?), que el equipo tuvo muchísima falta de actitud en muchas fases del partido, que no hubo reacción visible en el banquillo,...

¿Sigo?

Pienso que hay varios responsables de esta situación.

Primero, y no por orden de culpa, Monchi y la dirección técnica. La dirección deportiva del club está centrando últimamente las miradas como responsables de la calidad del plantel. Y yo pienso que sí, que han errado en muchos casos pero que este año ha fichado bien. El error ha sido que los fichajes claves (véase Guarente y Cigarini) han llegado tardísimo para venir de otra liga y tener que competir a primer nivel a mediados de agosto.

Lo de los centrales se está haciendo ahora, después de la espantá (otra) de Squillaci y viendo que la defensa hace aguas por todos lados (4 goles en contra en 2 partidos).

Segundo, los preparadores físicos. Ya empiezan a hacer mal su trabajo (y ya llevamos unos años padeciéndolo) y no ha hecho más que comenzar la temporada.

Nos hemos enfrentado a dos equipos, uno muy cortito (SC Braga) y otro recién llegado de las vacaciones (FC Barcelona) y parecían aviones a lado de los nuestros. Y digo yo, ¿qué llevan preparando estos señores desde principios de julio por las playas de Costaballena?¿No sabían que teníamos que disputar estas competiciones desde el mes de mayo como para haberlo planificado?

Tercero, los jugadores. Estos casi siempre se libran de la quema. Pero es que veo en ellos una indolencia y un pasotismo que me preocupa. Decía ayer el presidente que le estristecía sobremanera que se le faltase el respeto a esta plantilla que había ganado una copa hace dos meses y muchos de los cuales habían sido los que más gloria le han dado a nuestro club en la historia. Es cierto, pero hay jugadores que no están enchufados y otros a los que todavía se les espera que se enchufen. Veremos que pasa aunque la solución la sabemos todos, ya que no se puede despedir a 25 tíos.

Cuarto, el entrenador. Voy a intentar ser objetivo y no cebarme con él.

Creo que no está preparado, a día de hoy, para entrenar a un equipo de las exigencias de nuestro Sevilla.

No se trata de ser simpático con la prensa (esos que hoy le miman se le echarán a la yugular en el momento que les interese. De hecho, ya empiezan a hacerlo), ni de ser simpático con los jugadores (esto no da autoridad ninguna y es cuestión de verlo), ni de estar en la banda tocándose la barba o estar todo el día lamentándose por las ocasiones perdidas.

Se trata de trabajo, mucho trabajo, y preparación, mucha preparación. Y, a día de hoy, no veo ninguna de las dos cosas por ningún lado. El equipo ni juega ofensivo y al toque (como Álvarez dice pero no hace) ni defiende con eficacia y consistencia.

Por no hablar (es lo de menos) de las ruedas de prensa. Son una continuación de lo mismo durante los dos últimos años. Ayer mismo escuchaba a Ramón Tejada hablando en la radio del club y le saca tres pueblos en conceptos y claridad de ideas al entrenador del primer equipo de mi Sevilla.

Por último, mi presidente y su consejo de administración. Si algo tengo claro es que poco o nada le puedo criticar a su gestión porque nos ha hecho lo que hoy somos. Pero creo que se está equivocando en dos aspectos fundamentales.

Uno, el tema económico. Yo no tengo ni idea de la cosa económica pero creo que un equipo de fútbol debe tener menos números azules en el banco y más calidad en el terreno de juego. Y creo que Del Nido se está obsesionando un poco con estar solventes (que no es poco) y se están descuidando los aspectos deportivos (me refiero a la sustitución de unos que se van por otros que llegan) del equipo.

Otro, el tema del entrenador. Creo que está fallando en seguir contando con gente de la casa, los cuales no han tenido ninguna experiencia en competición de alto nivel (véase Jiménez o Álvarez), para llevar las riendas del primer equipo.

Cierto es que no tendrá ganas de que le vuelva a pasar lo de Juande Ramos pero así no podemos mantenernos por muchos años. Aquí debe venir un tío con experiencia y mando en un vestuario. Porque los jugadores no son tontos y ven quien lo tiene y quien no.

Pero será cuestión de esperar y ver como sale el experimento de Álvarez, aunque a mí, de momento, no me gusta.

Veremos que pasa en Valencia y partidos posteriores.

Pero, por favor, si hay reacción en el banquillo o en los despachos que no sea tarde o lo lamentaremos.